
Al arzobispo de Barquisimeto, en Venezuela, le acaban de aplicar la ley del odio por su homilía donde pidió “Líbranos de tanta hambre y corrupción”.
Mala suerte para él que su jefe máximo es comunista declarado, tal vez lo que diga sea “la iglesia no se debe meter en asuntos del César…..”
Si eso hubiera sucedido bajo una dictadura “derechista” el Papa hubiera cancelado su gira internacional y estuviera de vuelta en Roma organizando una Cruzada contra Venezuela.