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El país en que los individuos aprendan a levantarse por ellos mismos en vez de esperar una limosna.
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El país que nuestros enemigos nos teman y nuestros aliados sepan que tienen nuestro apoyo.
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El país donde la libertad de expresión no requiera de “lugares seguros”, sino que invite al debate.
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El país donde los niños ganan trofeos por ganar, no por participar. Donde el segundo lugar es el primer perdedor y alienta al individuo a hacer más para ser el mejor.
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El país donde la caridad ayuda a los indefensos, en vez del gobierno ayudar a los inútiles.
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El país donde el gobierno teme al pueblo (republica), en lugar del pueblo temer al gobierno (tiranía)
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El país donde se reconozca que el socialismo hace a todos iguales, igualmente vagos y miserables.
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El país donde la libertad de expresión preserva mi derecho a ponerte tan incomodo como lo desee.
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El país donde nuestras fronteras sean protegidas, la inmigración legal sea bienvenida y los indeseables sean devueltos a sus países, porque no estamos bajo ninguna obligación de recibir a quien no venga a hacer de este país, un mejor país.
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El país donde los cupones de alimentos y bienestar sean estigmatizados, no un estilo de vida.
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El país donde los universitarios son enseñados por grupos diversos de profesores que les enseñen a pensar, al debate y al desafío, no a adoctrinarlos bajo una creencia en particular.
Ese es el Estados Unidos de América que yo quiero.