Parece que en Argentina la palabra «represor» es algo así como en Estados Unidos la palabra «racista», dos palabras mágicas muy usadas por el izquierdismo.
Como todos sabemos, el izquierdista la única forma que tiene de combatir, esconder, minimizar la realidad (porque es muy dura de aceptar por ellos), es a base de sentimientos. Si vas a debatir algo con un izquierdista, olvídate del razonamiento, sentido común y los hechos fácilmente comprobables porque para ellos nada de eso tiene ninguna importancia. No importa lo que tú digas ellos simple y automáticamente te llamarán represor, racista, xenófobo, misógino, homofóbico, machista…….
No te dejes caer en la trampa de tratar de convencerlos de que tú no eres ninguna de esas cosas que te acusan, eso es lo que ellos buscan para desviar el tema de la conversación y no se hable de la realidad que tanto les duele y tienen que ocultar. Son ellos quienes tienen que mostrar pruebas de lo que te acusan, exígelas y verás que tan fácilmente los sacas de su zona de confort. Te acusarán de cuanta acusación existe en el manual del perfecto antimperialista.
Y desaparecerán después de decirte que con fascistas no tienen nada que hablar.
