El padre de Greta Thunberg dijo que el activismo climático sacó a su hija de la depresión. Llévenme gratis a viajar en primera clase por el mundo a través de tierra, aire y agua; déjenme vomitar mis frustraciones en la ONU frente a los más poderosos políticos mundiales; permítanme no ir a aburrirme a la escuela durante años……….¿A quién no se le quita la depresión con esa vida?
Algo parecido le pasa al otro grupo de activistas climáticos, los que actúan de tontos útiles porque éstos no reciben nada, más bien serán los grandes perdedores porque son ellos quienes pagarán las consecuencias de las políticas “para salvar al planeta” que no afectarán en nada la buena vida de quienes crean esas políticas. Pero sin embargo el activismo ecológico de esos tontos útiles les hace sentir muy bien egocéntricamente, aunque en cierta forma comprendan el gran conflicto de intereses que existe en esa engañifa, le siguen el juego porque les mantiene la moral en alto, les desborda la producción de serotonina que les deja en un estado de animo tranquilo y relajado por el “gran esfuerzo” que hacen salvando al planeta………