Siempre me asombra y desconcierta cada vez que escucho al Papa despotricar contra la riqueza y hablar maravillas sobre la pobreza.
El sostiene fervientemente que hay pobres por culpa de que hay ricos, mientras asegura que de los pobres es el reino de Dios. ¿No debería entonces agradecerles a los ricos porque gracias a su «fabricación de pobres» esos que tienen la suerte de ser pobres podrán alcanzar el reino celestial?