Agrupación de estudiantes de la universidad de Oxford exigen que la universidad deje de invertir en acciones de compañías petroleras que fomentan la destrucción del medio ambiente. La universidad le respondió que esa desinversión no se podía hacer así tan rápidamente, pero lo que sí podían hacer ahora mismo para ayudar contra el cambio climático era cerrar las llaves de la calefacción a gas. Los estudiantes contestaron que esa respuesta era «inapropiada y ligera» y que ellos esperaban que sería «una discusión madura». Además, aseguraron también que sería peligroso apagar la calefacción en pleno mes de enero.
Es lo típico en estos socialistas modernos con altísima conciencia social, niñitos mimados que siempre han tenido una muy confortable vida y están convencidos que toda esa riqueza y comodidades caen como man del cielo. ¡Hay que destruir esas compañías energéticas que están destruyendo la Tierra!. Cuando logran sus deseos y descubren que no les enciende la calefacción, todo nerviosos, a través de una aplicación en su teléfono se conectan con mantenimiento y cuando el técnico les dice que ya no se está produciendo gas, estos modernos revolucionarios de iPhone salen histéricos a la calle a exigir la expropiación de esas compañías energéticas por negarse a producir para el pueblo que está muriendo de frío.
A Obama le dieron el premio Nobel de la paz simplemente por desear la paz, ya eso resume completamente a ese tipo de mentalidad predominante en el mundo académico/universitario dónde lo que importa son los deseos y emociones, no los resultados. Y cuando chocan con la pared de la realidad en vez de aprender la lección le echan la culpa a la pared y siguen dándose cabezazos contra ella.