La gente en Cuba está pasando bastante bien la cuarentena contra el virus, al final los cambios en sus vidas no han sido nada bruscos ni nuevos porque ya llevan 60 años de experiencia sin libertades y en semiconfinamiento. Tras 60 años de socialismo revolucionario y antiimperialista los cubanos no se preocupan ni les da dolores de cabeza que aumenten los precios ni que de pronto desaparezcan productos porque esas rachas de extrema escasez son la norma repetida de vez en cuando, de manera que ya están preparados psicológicamente para enfrentarlas. Al final les queda el plan B que nunca falla, llamar al familiar en el extranjero y pedirle lo necesario, unos pocos días y alguien se lo entrega en la puerta de su casa, ¡gratis!, ¿no es fino lo que logra el socialismo?
Por eso es que América Latina ya debe de una vez aceptar al socialismo oficialmente, por ejemplo Argentina que su nuevo gobierno cada vez más se comporta como el más típico país socialista escapado de la guerra fría, ya tiene una gran parte de la población condescendiente que debe abrirle las puertas al socialismo y aprender a vivir con él en armonía. Cuando la escasez sea la norma, cuando el 99.99% de la población sea igualitariamente pobre y tenga que vivir el día a día saliendo cada mañana con una bolsita en la mano «por si encuentran algo», entonces ya no tendrán tiempo ni ganas para preocuparse por el mañana, ni por política ni libertades ni demás boberas burguesas. Tal vez no serán felices, pero vivirán resignados, y al final ¿qué cosa es la felicidad sino vivir resignado aceptando la porción que te tocó?
González Grillo Perez 